Capturan a 13 posibles implicados en asesinato de colaboradores de jefa de gobierno de CDMX Clara Brugada
Ciudad de México.—– Fue el pasado 20 de mayo por la mañana cuando Ximena Guzmán y José Muñoz fueron asesinados sobre la avenida Tlalpan.
Ximena era la secretaria particular de la jefa de gobierno, Clara Brugada, y José, su jefe de asesores; ambos muy cercanos a la mandataria.
El crimen cimbró la cúpula política de la capital del país y este miércoles se dio a conocer la detención de 13 presuntos responsables, aunque el móvil del doble homicidio sigue sin ser explicado por las autoridades.
El ataque, que quedó grabado en cámaras de seguridad, ocurrió en minutos: un gatillero disfrazado de trabajador de obra mató primero a Ximena y después a José, cuando éste intentaba escapar.
El cuerpo de Ximena quedó dentro de un Audi negro y el de José a unos metros, fuera del vehículo.
El agresor huyó en una motocicleta.
Expertos calificaron el hecho como un crimen premeditado, bien planeado y “casi perfecto”.
La fiscal Bertha Alcalde informó que se realizaron 12 disparos de calibre 9 milímetros: ocho impactaron en Ximena y cuatro en José.
Las cámaras captaron al agresor subir a una motocicleta con placas de Querétaro, en la que lo esperaba un cómplice.
Días antes, la misma persona habría vigilado el lugar del ataque.
La moto fue abandonada a 500 metros de la escena junto con casco y chalecos.
Otro vehículo, una camioneta Nissan Kicks azul robada horas antes, también fue usado y hallado en Iztacalco. Los responsables utilizaron además una camioneta Urvan blanca para huir hacia Tonanitla, Estado de México.
El doble homicidio fue calificado por la fiscalía y la Secretaría de Seguridad como un ataque con alto nivel de planeación y experiencia operativa.
Señalaron la participación de al menos cuatro personas: el sicario y tres cómplices que facilitaron la logística de la fuga.
La SSC abrió una investigación interna contra dos mandos por presunta manipulación de indicios.
La fiscal Alcalde reiteró que no se fabricarán culpables ni se acelerarán las detenciones sin pruebas sólidas, y que la indagatoria se mantiene en sigilo entre autoridades capitalinas y federales.
