14 de septiembre de 2025

PREVENIR, CONCIENTIZAR, Y CONSTRUIR: LA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA ANTE LOS INCENDIOS FORESTALES

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EL BOCÓN

Cada año, cuando el calor aprieta y la lluvia se retrasa, los incendios forestales vuelven a convertirse en una amenaza real para comunidades como Tecozautla, Huichapan, Nopala y Chapantongo.

En estas semanas recientes, los siniestros parecen multiplicarse, afectando no sólo la naturaleza, la flora y la fauna, sino también la seguridad de quienes habitan en estas regiones.

Pero más allá de culpar a las autoridades por la tardanza en la respuesta o la falta de infraestructura, es momento de preguntarnos: ¿qué estamos haciendo como sociedad para evitar que esto ocurra?

Es cierto, los ayuntamientos y las unidades de Protección Civil tienen una responsabilidad que cumplir.

Pero esa responsabilidad no es exclusiva. La prevención comienza en lo más básico: en no prender fuego para eliminar basura, en no realizar quemas agrícolas sin permisos ni control, en no abandonar botellas de vidrio o colillas encendidas en los campos secos.

Parece obvio, pero muchas veces el sentido común es el menos común de los sentidos.

Debemos dejar de lado la crítica fácil en redes sociales, esa que sólo destruye y nunca propone.

Si vamos a usar nuestras plataformas digitales, que sea para informar, para educar, para proponer campañas de prevención, para generar conciencia.

No sirve de nada acumular “me gusta” mientras el monte arde y el humo cubre nuestras comunidades.

Este es un llamado a la corresponsabilidad.

A entender que si bien las autoridades tienen su parte, la sociedad civil tiene un rol crucial.

La prevención está en nuestras manos, en nuestras decisiones cotidianas.

No es cuestión de partidos, de colores o de figuras públicas: es cuestión de supervivencia, de respeto por la vida, la flora y la fauna local, además por la tierra que habitamos.

Hagamos comunidad, no polémica. Ayudemos a ayudarnos.

Porque sólo desde la conciencia colectiva podremos evitar que el fuego siga consumiendo nuestro entorno.

Y sí, se vale exigir, pero también se vale actuar por humanismo, por ser parte de la sociedad y de la comunidad que sufre y arde en llamas mientras nos dedicamos a ver el fuego en el monte o los pastizales, abrimos las redes sociales para comentar y criticar sin proponer nada, solo descomponer más el entorno social.

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