14 de septiembre de 2025

Termina el reinado de violencia de un líder de Los Chapitos

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▪️»El Perris» se le relaciona  en el secuestro del capo Ismael “El Mayo” Zambada y los violentos episodios del “Culiacanazo” en 2019

MARCOS H. VALERIO/EL BOCÓN

Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias “El Perris” o “El 27”, uno de los principales generadores de violencia en Sinaloa y hombre clave en la estructura de seguridad de Los Chapitos, fue abatido por fuerzas federales en una operación de alto impacto en Culiacán, confirmó el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch.

La muerte de Figueroa marca el fin de un largo historial delictivo que incluye su presunta participación en el secuestro del capo Ismael “El Mayo” Zambada y los violentos episodios del “Culiacanazo” en 2019.

El operativo, llevado a cabo por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), tuvo lugar en un punto no especificado de la capital sinaloense. Según el reporte oficial, las fuerzas federales fueron recibidas con una fuerte agresión armada por parte de un grupo de sicarios, lo que obligó a los elementos a repeler el ataque en legítima defensa.

En el enfrentamiento, Figueroa Benítez perdió la vida, poniendo fin a una carrera criminal que lo convirtió en uno de los hombres más buscados por las autoridades mexicanas y estadounidenses.

“Como parte de la estrategia para construir la paz en Sinaloa, se llevó a cabo una operación para detener a Jorge Humberto ‘N’, alias ‘El Perris’. Elementos de la Sedena fueron fuertemente atacados por hombres armados, por lo que, tras repeler la agresión, en legítima defensa, perdió la vida dicho sujeto, identificado como uno de los principales generadores de violencia en la entidad”, detalló García Harfuch en un comunicado oficial.

HISTORIAL MARCADO POR LA VIOLENCIA
Jorge Humberto Figueroa Benítez, conocido en el mundo del crimen organizado como “El Perris” o “El 27”, era considerado uno de los líderes de sicarios al servicio de Los Chapitos, la facción del Cártel de Sinaloa encabezada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Su nombre saltó a la notoriedad por su presunta participación en los violentos eventos del 17 de octubre de 2019, conocidos como el “Culiacanazo”. Aquel día, el Ejército mexicano capturó a Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo”, pero se vio obligado a liberarlo tras enfrentarse a una respuesta armada abrumadora por parte del Cártel de Sinaloa, orquestada, según las autoridades, por figuras como Figueroa.

Además, “El Perris” está directamente relacionado con el secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada, líder histórico del Cártel de Sinaloa, en julio de 2024. Según investigaciones, Figueroa habría jugado un papel clave en la entrega de Zambada a las autoridades estadounidenses, siendo señalado como la persona que ató al capo dentro del avión que lo trasladó a Estados Unidos.

Este hecho, que marcó un punto de inflexión en las pugnas internas del cártel, incrementó la presión sobre Figueroa, quien se convirtió en un objetivo prioritario para las fuerzas de seguridad.

ESCAPE PREVIO Y LA CACERÍA DE LA DEA
La carrera de “El Perris” estuvo marcada por su capacidad para eludir a las autoridades.

El 21 de septiembre de 2024, Figueroa estuvo a punto de ser capturado durante un operativo en Sinaloa, pero logró escapar de manera dramática a través de una alcantarilla, tras un enfrentamiento que incluyó explosiones, presumiblemente de granadas, según reportes del periodista especializado Luis Chaparro. Este incidente intensificó la cacería en su contra, tanto por parte de las autoridades mexicanas como de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).

La DEA ofrecía una recompensa de 1 millón de dólares por información que condujera a su captura, bajo cargos que incluían conspiración para la importación y tráfico de fentanilo, posesión y conspiración para poseer ametralladoras y dispositivos destructivos, así como lavado de dinero.

Estos delitos reflejan el papel de Figueroa como un operador clave en las actividades ilícitas del Cártel de Sinaloa, particularmente en el tráfico de fentanilo, una droga que ha exacerbado la crisis de opioides en Estados Unidos.

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