14 de septiembre de 2025

14 capos prefieren pactar con EU tras la caída de ‘El Chapo’

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MARCOS H. VALERIO/EL BOCÓN

La condena de Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2019 marcó un punto de inflexión en la estrategia de los capos mexicanos frente a la justicia estadounidense. Tras un juicio de 12 semanas que culminó con cadena perpetua para el líder del Cártel de Sinaloa, el mensaje de Guzmán resonó como una advertencia: “Esperaba un juicio justo y lo que obtuve fue un espectáculo”.

Desde entonces, solo dos figuras de alto perfil, Genaro García Luna y Rubén Oseguera González, “El Menchito”, han optado por enfrentar un juicio. En cambio, 14 narcos o personajes vinculados han preferido negociar, declararse culpables y, en muchos casos, convertirse en testigos colaboradores.

RUTA DE LA NEGOCIACIÓN
La lista de quienes han elegido pactar es extensa y revela una tendencia clara: evitar juicios largos y arriesgados. Ismael “El Mayo” Zambada, por ejemplo, se declarará culpable ante el juez Brian Cogan, quien ya condenó a El Chapo y García Luna a cadena perpetua.

Zambada, uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa, sigue los pasos de Ovidio Guzmán López, quien en 2023 se declaró culpable de tráfico de drogas, crimen organizado y lavado de dinero en Chicago, a la espera de sentencia en enero de 2026. Su hermano, Joaquín Guzmán López, quien se entregó en 2024, también negocia un acuerdo de culpabilidad.

Otros casos destacados incluyen a Cristian Fernando Gutiérrez Ochoa, “El Guacho”, del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), quien se declaró culpable de conspiración para traficar cocaína, y Erick Valencia Salazar, “El 85”, líder fundador del CJNG, que ya inició negociaciones tras su extradición en febrero de 2025. José González Valencia, de Los Cuinis, evitó la cadena perpetua con una condena de 30 años tras declararse culpable, mientras que Edgar Veytia, “El Diablo”, exfiscal de Nayarit, obtuvo 20 años y ya testificó contra García Luna.

¿MAL ARREGLO EN VEZ DE BUEN PLEITO?
Emma Coronel Aispuro, esposa de El Chapo, optó por declararse culpable en 2021 de lavado de dinero y tráfico de drogas, recibiendo solo 36 meses de prisión. Iván Reyes Arzate, “La Reina”, exmando de la Policía Federal, fue sentenciado a 10 años tras colaborar con las autoridades. Jessica Johanna Oseguera, hija del líder del CJNG, y Jorge Humberto Pérez Cázares, “El Cadete”, también evitaron juicios con acuerdos que les garantizaron penas menores.

En contraste, los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, “Z-40” y “Z-42”, líderes de Los Zetas, se resisten a negociar y han contratado equipos legales de alto calibre para defenderse en juicio, enfrentando incluso la posibilidad de una pena de muerte. Otros, como Rafael Caro Quintero y Vicente Carrillo Fuentes, no enfrentan esta pena, pero aún no hay indicios de negociaciones en sus casos.

EL COSTO DE LA COLABORACIÓN
La estrategia de declararse culpable implica, en la mayoría de los casos, proporcionar información valiosa sobre socios y operaciones criminales. Esto no solo reduce penas, sino que fortalece las investigaciones de las autoridades estadounidenses.

Sin embargo, la decisión de colaborar también conlleva riesgos, como represalias de las organizaciones criminales afectadas. Para muchos, el cálculo es claro: un acuerdo, aunque implique traición, es preferible a una cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad como la de Colorado.

El legado de El Chapo, al parecer, no es solo su imperio criminal, sino una lección pragmática para los capos: en la justicia estadounidense, negociar puede ser la única salida.

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