Cárteles mexicanos reclutan exmilitares colombianos

▪️La Estrategia Nacional de Seguridad revela un alarmante patrón de contratación de operadores violentos extranjeros por el CJNG y el Cártel de Sinaloa
MARCOS H. VALERIO/ EL BOCÓN
En el corazón de la lucha contra el crimen organizado, un nuevo y preocupante fenómeno ha emergido en México: los cárteles, liderados por el poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y, en menor medida, el Cártel de Sinaloa, han intensificado el reclutamiento de ciudadanos colombianos, incluidos exmilitares con entrenamiento especializado, para reforzar sus operaciones violentas.
Así lo reveló el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, a ocho meses del arranque de la Estrategia Nacional de Seguridad impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum.
“El reclutamiento ha sido principalmente por parte del Cártel Jalisco, aunque también se han detectado vínculos con el Cártel de Sinaloa. Este patrón fue identificado gracias a detenciones recientes que motivaron la instalación de mesas de inteligencia con autoridades de Colombia para agilizar el intercambio de información”, explicó García Harfuch, frente a una audiencia atenta que incluía a la presidenta y representantes del Gabinete de Seguridad.
GOLPE EN MICHOACÁN DESTAPA LA CONEXIÓN
El caso que encendió las alarmas ocurrió en Los Reyes, Michoacán, en una operación que marcó un punto de inflexión en la estrategia de seguridad. Elementos del Ejército Mexicano detuvieron a 17 personas, de las cuales 12 eran ciudadanos colombianos, nueve de ellos exmilitares y tres civiles con formación en el manejo de armamento.
Este grupo, según las investigaciones, estuvo involucrado en la explosión de una mina en los límites con Jalisco, un ataque que cobró la vida de ocho soldados mexicanos. El incidente no solo expuso la letalidad de los grupos criminales, sino también su capacidad para incorporar operadores extranjeros con habilidades tácticas avanzadas.
“Estos individuos no son simples sicarios. Su entrenamiento militar los convierte en una amenaza de alto riesgo, capaces de planificar y ejecutar ataques con una precisión que no habíamos visto antes en algunos contextos”, señaló García Harfuch, subrayando la gravedad del hallazgo.
Las autoridades mexicanas encontraron evidencia de que los exmilitares colombianos fueron contratados para realizar operaciones de alto impacto, como emboscadas, manejo de explosivos y enfrentamientos directos con fuerzas de seguridad.
MESAS DE INTELIGENCIA CON COLOMBIA
La detención en Michoacán no fue un hecho aislado. Según el titular de la SSPC, el reclutamiento de colombianos por parte de los cárteles mexicanos es un patrón que se ha detectado en varias regiones del país, particularmente en zonas disputadas por el CJNG, como Jalisco, Michoacán y Guanajuato. Este descubrimiento llevó al gobierno mexicano a establecer mesas de inteligencia con autoridades colombianas para rastrear las redes de reclutamiento y frenar el flujo de operadores violentos.
“La respuesta del gobierno colombiano ha sido fundamental para evitar la burocracia y permitir un intercambio ágil de información en tiempo real”, afirmó García Harfuch. Esta colaboración ha permitido identificar perfiles de los reclutados, rutas de ingreso al país y los métodos utilizados por los cárteles para atraer a estos exmilitares, que incluyen promesas de altas sumas de dinero y un estatus de poder dentro de las estructuras criminales.
Fuentes de inteligencia revelaron que los cárteles aprovechan la experiencia militar de estos individuos, muchos de los cuales tienen antecedentes en conflictos armados en Colombia, para fortalecer sus capacidades operativas. Desde el manejo de armamento pesado hasta tácticas de guerrilla, los exmilitares representan un salto cualitativo en la sofisticación de las actividades delictivas, lo que plantea un desafío sin precedentes para las fuerzas de seguridad mexicanas.