Alcaldes de Hidalgo con bajos estudios y altos sueldos
Ganan como si fueran rectores de universidades y algunos poseen lujosas camionetas
EL BOCÓN
En Hidalgo, una entidad con altos índices de pobreza, varios alcaldes de municipios rurales gobiernan con máxima escolaridad de primaria o secundaria, pero perciben salarios equiparables a los de rectores universitarios, en contraste con los bajos ingresos de sus habitantes, muchos dedicados a actividades agrícolas informales.
A nivel estatal, la pobreza afecta a un porcentaje significativo de la población, y en estos municipios rurales supera ampliamente el promedio, alcanzando hasta el 80 por ciento en algunos casos, según datos oficiales recientes.
María Marina Ramírez Sánchez, alcaldesa de Almoloya por Morena, concluyó solo la secundaria en 1987. Gobierna un municipio con 50.2 por ciento de pobreza entre sus 13 mil habitantes. Su salario bruto mensual es de 51 mil 852 pesos (neto 41 mil 756), equivalente al de un rector universitario, mientras un campesino local gana en promedio 281 pesos diarios.
Su trayectoria incluye cursos de repostería, experiencia como panadera y cargos en comités locales, antes de sumarse a Morena.
Juan Antonio Franco Ortiz, alcalde de Metepec por la coalición PRI-PAN-PRD, egresó de telesecundaria en 1982 y está certificando preparatoria. Percibe 52 mil pesos brutos (neto 41 mil 860), similar a rectores. Metepec tiene 42.8 por ciento de pobreza.
Su experiencia previa es como comerciante de ganado, y declaró adquisición de varias camionetas Chevrolet, algunas valuadas en cientos de miles de pesos.
Susana Rivera Cano, presidenta de Metztitlán por Morena, terminó primaria en 1967.
Su municipio registra 51.9 por ciento de pobreza. Gana 50 mil 97 pesos brutos (neto 40 mil 528), más del doble del ingreso familiar promedio estatal. Su trayectoria incluye trabajo en agricultura y cargos en el DIF municipal.
Francisca Lara Velázquez, alcaldesa de Yahualica por Morena, concluyó secundaria en 1986. Yahualica es uno de los más pobres, con 79.5 por ciento en pobreza y graves carencias en seguridad social y servicios básicos. Percibe 42 mil 654 brutos (neto 34 mil 964). Destaca por promoción del voto para Andrés Manuel López Obrador y roles en programas de bienestar.
Héctor Alejandro Flores Hernández, de Agua Blanca de Iturbide por PRD, estudió hasta secundaria. Con 60 por ciento de pobreza en su municipio, gana 45 mil 796 brutos (neto 37 mil 336), superando salarios de profesores universitarios.
Ricardo Perea Gómez, alcalde de Acaxochitlán, egresó de secundaria en 1991. Su municipio enfrenta extrema pobreza (80.1 por ciento) y problemas como tala ilegal. Percibe neto alrededor de 43 mil pesos, pero declaró ingresos millonarios por su empresa de materiales de construcción y transporte.
Otros alcaldes se quedaron en preparatoria: Fernando Baltazar Monzalvo en Mineral del Chico (preparatoria trunca), Isban Israel Villeda Villeda en La Misión (concluida) y María Yanet Fernández Fernández en Santiago Tulantepec (concluida), con salarios que contrastan con la realidad de marginación en sus localidades.
Esta disparidad resalta las brechas en municipios hidalguenses, donde líderes con formación básica acceden a remuneraciones elevadas mientras sus gobernados enfrentan precariedad diaria.
