Descubren escalofriante fosa con 800 bebés en Irlanda

▪️Investigación revela el horror oculto en antiguo hogar religioso para madres solteras
▪️Expone un oscuro capítulo de la historia irlandesa vinculado a la Iglesia Católica
MARCOS H. VALERIO/EL BOCÓN
Escalofriante descubrimiento ha sacudido a Irlanda: una fosa común con los restos de cerca de 800 bebés fue hallada en los terrenos de un antiguo hogar para madres solteras en Tuam, operado por las Hermanas del Buen Socorro entre 1925 y 1961.
El hallazgo, iniciado tras el descubrimiento fortuito de huesos por niños que jugaban en la zona, ha desencadenado una investigación oficial que expone un oscuro capítulo de la historia irlandesa vinculado a la Iglesia Católica.
La investigación, encabezada por expertos forenses y arqueólogos, comenzó esta semana en el sitio donde funcionó el Hogar de Madres y Bebés de Tuam, en el condado de Galway.
Los restos, pertenecientes a bebés y niños pequeños, fueron encontrados en una estructura subterránea, posiblemente un tanque séptico, utilizado para ocultar los cuerpos. Los menores, hijos de madres solteras estigmatizadas por la sociedad de la época, habrían fallecido por desnutrición, enfermedades y negligencia, según documentos históricos.
El caso, destapado inicialmente en 2014 por la historiadora local Catherine Corless, ha tomado relevancia tras confirmarse la magnitud de la fosa.
Cabe destacar que las autoridades irlandesas, presionadas por organizaciones de derechos humanos, han comprometido recursos para identificar a las víctimas mediante pruebas de ADN y esclarecer las circunstancias de su muerte.
La Comisión de Investigación sobre Hogares de Madres y Bebés, creada en 2015, estima que al menos nueve mil niños murieron en instituciones similares en todo el país entre 1922 y 1998, reflejando un sistema de abuso institucionalizado.
La gobernadora de Galway, Mary Robinson, expresó su consternación y llamó a una “reconciliación nacional” para enfrentar este legado de dolor.
Reporte, señalan que sobrevivientes y familiares exigen justicia y una disculpa formal de la Iglesia Católica, que hasta ahora ha guardado silencio. La sociedad irlandesa, marcada por este escándalo, enfrenta el desafío de sanar heridas históricas mientras se pregunta cómo pudo permitirse tal atrocidad durante décadas.
Este hallazgo no solo reabre el debate sobre el papel de la Iglesia en la Irlanda del siglo XX, sino que también subraya la necesidad de transparencia y reparación para las víctimas. La excavación en Tuam continuará en los próximos meses, y el mundo observa con atención mientras Irlanda desentierra un pasado que no puede seguir ignorado.