LA VISITA DE XÓCHITL POR IXMIQUILPAN

COLUMNA INVITADA
INTELECTO OPUESTO
- EDUARDO GONZÁLEZ
La precandidata presidencial del Frente Amplio por México regresó a Hidalgo, su estado natal, y a Pachuca, la ciudad que alguna vez quiso gobernar, y también al Valle del Mezquital en donde se reencontró con sus paisanos de Tepatepec en su paso por el municipio de Ixmiquilpan.
Sin duda, la primera visita de Xóchitl Gálvez Ruiz a Hidalgo, estado que también quiso gobernar en 2010, fue de reencuentros.
Con su exrival y según ahora amigo, el exgobernador Francisco Olvera, a quien hace poco más de una década le decía lo mismo que le dijo a Omar Fayad en su discurso –lo calificó hasta de cómplice de los huachicoleros-, así como con los líderes de comunidades como Dios Padre, El Alberto, en Ixmiquilpan y del propio Tepapetec en Francisco I. Madero.
Xóchitl sabe que si hay un estado difícil de dominar políticamente es Hidalgo.
Y como dice el refrán, nadie es profeta en su tierra, a ella le sobra experiencia de dos elecciones en donde echó toda la carne al asador y nada más no pudo contra el entonces aparato vetusto del PRI en Hidalgo, con esos, con los que hoy camina de la mano.
Sin embargo lo entrona la hace ver para delante de una forma propositiva, fiel a su estilo, recordando cómo es que ya tenía trabajo de tierra en pueblos y comunidades hidalguenses como en Cardonal, en la Huasteca, en donde mantenía presencia con una fundación antes de ingresar como funcionaria federal al gobierno de Vicente Fox en 2000.
Ya son 24 años, toda una vida de mantener presencia de alguna forma en la entidad, sin consolidar un proyecto grande y de largo alcance, algo que debe replantearse la propia Gálvez Ruiz, quien hoy tiene un objetivo más grande en la Presidencia de la República.
La visita de Xóchitl a su estado no pudo ser de relumbrón como en antaño, cuando llegaba como la gallina de los huevos de oro del PAN y PRD, representando la única opción opositora y rebelde con una sola causa, sacar al PRI de Hidalgo.
No lo logró, lo hizo Morena con Julio Menchaca en 2022.
Quizá por ello quiere regresar por sus fueros, a su tierra y demostrar que puede obtener dividendos de todo lo invertido.
Será un largo medio año para Xóchitl y compañía si es que quieren primero alcanzar la desventaja que lucen en encuestas, y modificar el discurso en el que ya hablan de una elección robada.