Decreta Putin tregua en Ucrania

EL BOCÓN
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció una tregua unilateral en el conflicto de Ucrania del 8 al 10 de mayo, en conmemoración del 80 aniversario de la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
La medida, presentada como un gesto de buena voluntad, llega en un contexto de alta tensión militar y escepticismo internacional, tras el fracaso de un cese al fuego previo durante la Pascua ortodoxa.
Según un comunicado emitido por el Kremlin, el cese al fuego entrará en vigor desde la medianoche del 7 al 8 de mayo y se extenderá hasta la medianoche del 10 al 11 de mayo.
“La parte rusa anuncia un cese el fuego para honrar esta fecha histórica y permitir un momento de reflexión”, señala el texto, que subraya la importancia del Día de la Victoria, una de las festividades más emblemáticas de Rusia, que conmemora el fin de la Gran Guerra Patria en 1945.
Sin embargo, el anuncio no estuvo exento de advertencias. El Kremlin enfatizó que cualquier violación del cese al fuego por parte de Ucrania será respondida “de forma adecuada y eficaz” por las fuerzas armadas rusas.
“Nuestras tropas están preparadas para garantizar la seguridad y reaccionar ante cualquier provocación”, afirmó el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, en una conferencia de prensa. Esta declaración refleja la desconfianza mutua que ha caracterizado el conflicto, especialmente tras las acusaciones cruzadas de incumplimiento durante la tregua de Pascua del 19 al 20 de abril, cuando ambos bandos reportaron enfrentamientos aislados.
GESTO CON TRASFONDO POLÍTICO
El anuncio de la tregua se produce en un momento crítico para Rusia, que enfrenta presiones internas y externas debido a la prolongación del conflicto en Ucrania, iniciado en febrero de 2022.
Analistas sugieren que la decisión de Putin busca proyectar una imagen de liderazgo conciliador ante la comunidad internacional, especialmente en el contexto de las celebraciones del Día de la Victoria, que suelen incluir un desfile militar en la Plaza Roja y discursos patrióticos que refuerzan la narrativa del Kremlin sobre la lucha contra el fascismo.
“Putin utiliza estas fechas simbólicas para consolidar su narrativa interna y enviar un mensaje al exterior, presentándose como un líder dispuesto al diálogo, pero sin ceder terreno”, explica Irina Petrova, analista de política rusa en la Universidad de San Petersburgo.
Sin embargo, la oferta de “negociaciones de paz sin condiciones previas” reiterada por el Kremlin ha sido recibida con escepticismo en Ucrania y Occidente, donde se interpreta como una táctica para ganar tiempo y rearmarse.
El gobierno ucraniano, liderado por el presidente Volodímir Zelenski, aún no ha emitido una respuesta oficial al anuncio de la tregua. Sin embargo, funcionarios de Kiev han expresado en el pasado su desconfianza hacia las propuestas rusas, argumentando que Moscú ha utilizado ceses al fuego previos para reposicionar sus fuerzas o realizar operaciones encubiertas.
“No podemos confiar en un agresor que ha violado todos los acuerdos internacionales”, señaló un portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano en referencia a la tregua de Pascua.
ANTECEDENTES DE UNA TREGUA FALLIDA
La tregua anunciada para mayo no es la primera de su tipo. En abril, Putin decretó un cese al fuego de 48 horas para coincidir con las celebraciones de la Pascua ortodoxa, una festividad compartida por rusos y ucranianos.
Sin embargo, el esfuerzo colapsó rápidamente, con ambos bandos acusándose de violar el acuerdo. Según informes independientes, se registraron bombardeos y enfrentamientos en regiones como Donetsk y Járkov, lo que minó la credibilidad de las iniciativas de paz unilaterales.
Organizaciones internacionales, como la ONU y la Cruz Roja, han instado a ambas partes a respetar cualquier cese al fuego para facilitar la entrega de ayuda humanitaria y permitir la evacuación de civiles en zonas de conflicto. En Ucrania, millones de personas han sido desplazadas y ciudades enteras han quedado devastadas, mientras que Rusia enfrenta sanciones económicas que han afectado su economía y aislado al país en el escenario global.
REACCIONES INTERNACIONALES Y DESAFÍOS
La comunidad internacional ha reaccionado con cautela al anuncio de Putin. Estados Unidos y la Unión Europea, principales aliados de Ucrania, han reiterado su apoyo a Kiev y han exigido que cualquier negociación incluya el retiro completo de las tropas rusas del territorio ucraniano, una condición que Moscú ha rechazado tajantemente.
“Una tregua no es suficiente si no viene acompañada de un compromiso real para poner fin a la agresión”, afirmó un portavoz del Departamento de Estado estadounidense.
Por su parte, China, que ha mantenido una postura neutral en el conflicto, expresó su respaldo a “cualquier iniciativa que reduzca las hostilidades”. Sin embargo, Pekín evitó comprometerse con un papel activo en la mediación, dejando en el aire la posibilidad de un diálogo multilateral.
En Rusia, el anuncio ha sido recibido con una mezcla de patriotismo y escepticismo. Mientras que los medios estatales han destacado la tregua como una muestra de la “grandeza moral” de Putin, algunos ciudadanos expresan en redes sociales su preocupación por la duración del conflicto y su impacto en la economía. “Queremos paz, pero no a cualquier costo”, escribió un usuario en VKontakte, la red social más popular de Rusia.
FUTURO INCIERTO
A medida que se acerca la fecha de la tregua, todas las miradas están puestas en Ucrania, donde la población civil continúa enfrentando los estragos de la guerra. Organizaciones humanitarias han solicitado garantías para que el cese al fuego permita la apertura de corredores seguros, pero la falta de confianza entre las partes complica las negociaciones.
El éxito o fracaso de esta tregua podría tener implicaciones significativas para el rumbo del conflicto. Una pausa efectiva en los combates podría abrir la puerta a un diálogo más amplio, aunque los analistas coinciden en que las posiciones de Rusia y Ucrania siguen siendo irreconciliables.
Por ahora, el mundo espera que el 80 aniversario del Día de la Victoria no se convierta en un nuevo capítulo de violencia, sino en una oportunidad, aunque frágil, para acercar la paz a una región devastada por la guerra.