NOPALA: ENTRE LA SOBERBIA DE LA ALCALDESA Y EL FRACASO ADMINISTRATIVO

EL BOCÓN
Han pasado ya siete meses desde que Diana Moreno, candidata de Morena, asumió la presidencia municipal de Nopala de Villagrán.
Lo que en un inicio prometía ser un nuevo comienzo para el municipio, hoy es una administración marcada por la decepción, el rezago y el desconcierto ciudadano.
La realidad es innegable: la inseguridad crece, las obras públicas se han quedado en promesas y la falta de agua afecta a cientos de familias.
A estos problemas estructurales se suma una administración que parece naufragar en la soberbia y la improvisación.
Diana Moreno, lejos de tender puentes o buscar apoyos estratégicos, ha optado por cerrarse en un círculo de confianza compuesto mayormente por foráneos, desconfiando abiertamente de los habitantes de Nopala a quienes, se supone, debería servir.
Peor aún, la ruptura con el grupo político que la llevó al poder, encabezado por Luis Enrique Cadena García, evidencia que su llegada al gobierno no fue producto de un liderazgo propio, sino de acuerdos de coyuntura de los que hoy reniega.
Diana Moreno era una figura prácticamente desconocida hasta el proceso electoral de 2024; su falta de experiencia y su pobre capacidad de gestión hoy se reflejan en una administración que no despega y que, en cambio, acumula más cuestionamientos que logros.
Mientras la alcaldesa se ocupa en posar para selfies y en difundir una imagen artificial de trabajo en redes sociales, la realidad en las calles de Nopala cuenta otra historia: una de abandono, desilusión y enojo ciudadano.
De poco sirve la propaganda si los servicios públicos colapsan y la gobernabilidad se escapa de las manos.
En lugar de construir un proyecto incluyente y de largo aliento, Diana Moreno ha optado por una gestión de espaldas a su gente, apostando por el control interno y el protagonismo personal.
Esa miopía política le está costando caro no solo a ella, sino a todo el municipio, que merece mucho más que una administración de poses, excusas y forasteros.
Hoy, Nopala necesita liderazgo real, no improvisación; compromiso, no simulación.
De seguir así, Diana Moreno pasará a la historia como una de las alcaldesas más grises y desaprovechadas que ha tenido el municipio. Y aún le quedan años por delante.
¿Será capaz de corregir el rumbo o se hundirá en su propia soberbia en perjuicio de Nopala de Villagrán?