Declara 4T guerraal cáncer de mama
25.5 millones de mujeres mayores de 40 años –casi una de cada cuatro mexicanas– forman la población en riesgo
MARCOS H. VALERIO
El doctor David Kershenobich Stalnikowitz, titular de la Secretaría de Salud, rompió el silencio de la sala de Palacio Nacional y lanzó un grito de batalla: cada hora muere una mujer mexicana por cáncer de mama.
No es estadística fría; es un reloj que no para. En “La Mañanera del Pueblo” desde el corazón del Palacio Nacional, se encendió la alarma roja y se firmó el plan de contraataque más ambicioso en la historia del país.
En la pantalla gigante del salón Tesorería, un mapa rojo sangre ilumina el territorio: 25.5 millones de mujeres mayores de 40 años –casi una de cada cuatro mexicanas– forman la población en riesgo. “Es la primera causa de muerte oncológica femenina”, sentencia Kershenobich mientras pasa la diapositiva. El dato duele: 8,760 mujeres al año, 730 al mes, 24 al día, una cada hora.
EL CÁNCER DE MAMA NO AVISA
El Modelo de Atención Universal de Cáncer de Mama no es un programa más; es una máquina de guerra con cinco frentes, presentado tras la sesión ordinaria del Comité de Cáncer en la Mujer del 15 de octubre, con participación del IMSS, IMSS-Bienestar, ISSSTE y Pemex.
Arranca con campañas educativas masivas –de la escuela a las redes sociales, de la radio comunitaria a las ferias de pueblo– que señalan con nombre y apellido a obesidad, sedentarismo, alcohol y tabaco como los villanos a derrotar. Sigue con la autoexploración desde los 20 años:
“Siete días después de la regla, cada mes, fecha fija”. Así de simple, así de urgente. A partir de los 40, mastografía bianual gratuita y universal, sin excusas. Si hay sospecha, biopsia inmediata. Y si es cáncer, tratamiento garantizado –cirugía, quimioterapia o radioterapia– en menos de 30 días.
Actualmente, 656 mastógrafos en 640 hospitales atienden a un país de 130 millones. Es como combatir un incendio forestal con una manguera de jardín. La respuesta: Mil mastógrafos nuevos, mil ultrasonidos nuevos y 20 centros de diagnóstico de referencia con radiólogos, patólogos y tecnología de punta. “Vamos a crear clínicas especializadas solo para detección”, explica Kershenobich. “No más filas eternas ni ‘vuelva usted mañana’. Si hay lesión, biopsia el mismo día; si es cáncer, tratamiento en menos de un mes”.
Cabe destacar que, el mensaje es brutalmente claro: el cáncer de mama no se previene, pero sus cómplices sí se eliminan. La obesidad aumenta 30 por ciento el riesgo y se combate con programas “Muévete en 5” en comunidades.
El sedentarismo suma 25 por ciento y se ataca con zumba y caminatas masivas en unidades IMSS. El alcohol aporta 15 por ciento y se frena con la campaña “Cero copas, cero cáncer”. El tabaquismo eleva 20 por ciento el riesgo y se enfrenta con clínicas de cesación gratuitas en cada hospital.
Los recursos ya están etiquetados. Los mastógrafos llegarán en los próximos 90 días. Las campañas educativas inician el 1 de noviembre. Y por primera vez, cada mujer mexicana mayor de 40 años tendrá garantizada su mastografía bianual, sin importar si tiene IMSS, ISSSTE, Seguro Popular o ninguno.
